dimarts, 6 de desembre del 2011

            Esta obra en la Saatchi de Londres, nos dejó temblando de emoción: es difícil apreciarlo, pero detrás de este espejo, varios motores mueven la superficie y hacen temblar el reflejo del visitante. El ruido invadía las salas contiguas y la atracción por la obra (caza egos) era total.